lunes, 19 de septiembre de 2011

MASA DE HARINA Y SAL

Estos primeros días hemos podido comprobar lo bien que se lo pasan con plastilina. La que utilizamos, no solo es la mejor. Es también la más barata y mucho más: pueden hacerla ellos. (Ellas también)

Vamos a considerar la taza como unidad de medida, pero los resultados son los mismos con un vaso, un envase de yogur, un tazón…

INGREDIENTES:

• 2 tazas de harina común.
• 2 tazas de agua.
• 2 cucharadas de aceite de cocina.
• 1 tazas de sal fina.
• 2 cucharadas de crémor tártaro. **

Unir y mezclar bien todos los ingredientes en un recipiente. Si es de teflón es más cómodo pero no es imprescindible.

Cocinar con fuego medio sin dejar de revolver.

Cuando la masa se une, se apelmaza y casi no se le puede dar vueltas, retirar del fuego y volcar sobre una encimera.

Esperar que se enfríe un poco y amasar hasta la textura deseada, añadiendo si es preciso un poco de harina.

Conservar en una bolsa de plástico bien cerrada o en un “Tupper”.

**¿Crémor tártaro?

En casa no es necesario utilizar conservante. Normalmente no haremos grandes cantidades, y esta plastilina es tan barata que si se estropea o huele un poco, lo mejor será tirarla y hacer otra masa nueva. No obstante si deseáis probar con conservante, pedidnos un poquito.


¿Y si la hacemos en frío?

En ese caso haced un volcán de harina y sal. Añadid despacio el agua y el aceite y amasad poco a poco. Al principio es un poco pegajoso pero poco a poco va adquiriendo las cualidades de la plastilina. El resultado final no es tan agradable como cuando pero se hace con fuego, pero tiene el aliciente de que lo pueden hacer vuestros hijos solos. Bueno solos, solos… ¡no! pero casi.

¿Y si le añadimos color?

A esta masa como a la de las pizzas se le puede añadir de todo: colorantes alimenticios, hierbas aromáticas, posos de café, granitos de arroz, fresas, garbanzos, alubias…
Cada ingrediente provocará un estímulo diferente, una sensación, una palabra nueva, una destreza, una norma, una duda, una inquietud…

¿Y si…?

jueves, 8 de septiembre de 2011

TU CASA TIENE UNA HABITACIÓN MÁS.

Es vuestra, de vuestros hijos y de sus amigos. También nuestra. En ella van a ocurrir grandes acontecimientos, nos visitarán lobos, descubriran los imanes y se harán amigos de un pollo. Pero hay un hecho mágico que es el que más ansiamos: que cuando olviden casi todas las anécdotas, recuerden sólo una, que son felices porque alguien les enseñó a serlo. No les digamos que fuimos TODOS.

SED BIENVENIDOS.

Érika, Lorena, Belén, Alberto