El primero es que, gracias a los limones que la semana pasada nos
trajo la mamá de Alejandro, hemos descubierto que estos son un poco
agrios, pero que con un poco de agua y azúcar, sale una limonada la
mar de refrescante.
La segunda novedad, es que vinieron a visitarnos los papás de
Elisabeth con su nuevo perrito. A nosotros nos ha encantado conocerle,
pero me parece que el pobre Yaco ha salido un poquito agobiado de
nuestra clase. ¡Esperamos no haberle asustado mucho y que quiera
volver pronto a saludarnos de nuevo!